miércoles, 12 de mayo de 2010

Hablando de imposibles




Cuadro: Arbol junto a la Bahía. (mío)

No me creias

muy capaz de iniciar alguna dieta,

y de repente ves

cómo desaparecen a tus ojos

antiestéticas lorzas

y tristes michelines

al tiempo que en tu frente

se dibuja una arruga

que delata que algo te preocupa.

No, no es el miedo

a que me desintegre

y a que desaparezca entre la ropa,

y tampoco es el miedo

a que me lleve el viento de levante

hasta el lado contrario del Estrecho,

como si fuera

una bolsa de plástico vacía.

Te da miedo que un día

me descubra más guapa

y me marche a volar

junto a otros brazos,

Pero eso, mi amor, es imposible

pues no hay brazos más amplios,

ni mirada más dulce,

o sonrisa más tierna;

y no hay barba más blanca,

ni poemas más bellos

o caricias más mías

… que las tuyas.