viernes, 11 de junio de 2010

Desde el tren

Una silueta gris, con un perrito
alza un poco la mano en la distancia
en un gesto de “adiós”, de “vuelve pronto,
porque aún no te has ido y ya te añoro”

Unos ojos de mar, que me imaginan
dentro de algún vagón. Mirada inquieta,
por la duda de siempre: “estás tan lejos
y ya no puedo atarte con mis manos”

Y esa mirada azul me prende el alma,
como un viejo alfiler de su corbata,
y se me queda atrás, allí prendida
en el nudo dolor de su garganta.
Mi corazón, mi amor, quedó contigo,
acogido en el hueco de tu abrazo.

9 comentarios:

  1. La dolorosa magia de las despedidas, sobre todo en los andenes de ferrorcarril: el tren alejándose y los amantes añorándose ya, antes, casi, de separarse: el cine nos ha llenado de imágenes así desde sus principios. Pero cuando uno lo experimenta en carne propia, siente la necesidad de plasmarlo también, en un dibujo, un poema, una lágrima... Tus versos expresan muy bien esas sensaciones. Ojalá que la separación no se demore más de lo imprescindible, dice el lector.

    Un abrazo

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  2. Vaya, acabo de escribir mi respuesta y ha desaparecido antes de que consiguiera publicarla.

    Te decía que el sonetito adolece de falta de práctica y de inspiración, pero tiene el calor del momento, de haber sido escrito desde el mismo tren. He perdido la inspiración, amigo, cosas de la estabilidad emocional, y tengo que aprovechar los momentos difíciles para escribir porque si nó no se me ocurre qué decir.

    Muchas gracias por tu comentario. Para mí, que tengo "tantísimas" visitas, es especialmente importante que dediques unos minutos de tu tiempo a comentarme.

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  3. Hay que decir que los endecasilabos no han fallado y que la emoción brota a flor de piel. Seguro que el aludido estará henchido (o hinchado) de gozo por el poema y se le hará un poco más pasable la ausencia.

    Un besote.

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  4. Gracias Manolotel. Los endecasílabos no han fallado, pero me temo que a mi soneto le falta un verso :(

    Qué desastre, un soneto cojo quedará. Por lo menos el destinatario, si se ha dado cuenta, no lo ha echado en falta, lo que es de agradecer.

    Besitos.

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  5. Pues me parece muy mal que lo hayas arreglado, vocal. La mayor aspiración de un poeta que se tenga como tal, es conseguir escribir un soneto "corto" (lo bueno, si breve, dos veces bueno, que decía Gracián). Por supuesto, va con coña.

    Un abrazo a despedidora y despedido.

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  6. Ay! ¿y cómo son los sonetos largos? Todavía no he vivido la experiencia pero con lo despistada que ando últimamente no te extrañe que el próximo tenga 15 versos.

    Jajaja!

    Un abrazo de los dos.

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  7. ¡Glub, Pilar, se me ha puesto un nudo en la garganta leyendo este poema!

    A mí me ha gustado así, no se que habrás cambiado :)

    Me he visto agitando mi mano y despidiendo a alguien que coge un tren :(

    ¡Fantástico! Pintas imágenes muy lindas.

    Muchos besos.

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  8. Gracias Mar! ya te hacía perdida. Tengo tan pocos seguidores que os tengo contaos.

    Realmente es la poeta (yo) la que se va en tren, y su chico (el mío), el que se queda triste en el andén.

    Fui a tu chiringuito varias veces pero estaba cerrado, me pasaré por allí de nuevo.

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